10
« en: Marzo 27, 2013, 06:01:04 am »
Santa madre de Dios. Creo que leí de pasadita los post más largos, muy interesantes cada uno pero creo que se desviaron, a mi parecer, de la pregunta principal.
Nada es para siempre, veámonos al espejo, el barro que estaba hace un mes hoy ya no está. Y muchos más ejemplos puedo dar de lo siguiente.
El hecho es que, tanto el amor como la amistad, son sentimientos y emociones (que aclaro, no son lo mismo), tienen su fecha de caducidad, desgraciadamente.
Las relaciones que tienen este tipo de sentimientos, crecen cuando, además de ellos, se crea una atmósfera que incluye varias cosas; complicidad, incondicionalidad, solidaridad, compatitibilidad, y muchas otras cosas que acaban en "ad".
El secreto es saber que nada durará para siempre, ni esa amiga que tenías desde los 6 años, o esa que te prometió estar siempre, con la que compartiste momentos maravillosos y blablabla. Todo en esta vida se acaba porque cada uno de nosotros tenemos nuestros intereses fijos (y si aún no los tenemos, en algún momento sucederá) y por supuesto que chocarán con la otra persona porque, oh si, no estamos tratando con el espejo, sino con otro ser pensante (o no tanto, dependiendo del caso).
Perdiéndome un poco en mi comentario, y antes de que se me vaya la idea, el amor de una madre es eterno por una razón muy clara: Pertenecemos a ellas, aunque nuestra vida vaya para otro lado. Nos desprendimos de su endometrio y estuvimos un periodo considerable de tiempo dentro de ellas. El amor de una madre no es más que el reflejo egolatra del amor hacía si mismas. Y si bien lo saben, la historia de amor más larga del mundo, es la que tiene un individuo con su propio yo. Y conste que no digo que una madre no te ame por ser una persona particular, es simplemente que el amor de ellas viene de esta base "¿Cómo no te voy a amar si formaste parte de mi durante "x" meses?"
Y ahora sí, regresando al "para siempre", particularmente debo añadir que he tenido amigas desde hace mucho tiempo, personas con las que pensé que podría fumarme un tabaco cuando fuera una anciana necia. Sin embargo no es así. Porque cambiamos, con cada exhalación que damos. Esa cosita que pudo habernos unido durante la preparatoria, se terminó porque, o esa persona o uno mismo, cambió y deshecho la idea. Y eso no es malo, es simplemente que muchos no vamos a concebir el cambio como algo simple y bueno.
La costumbre entre las relaciones que tienen vinculados estos sentimientos, es a veces buena y a veces mala, todo depende del cómo actuaremos frente a ella.
PD: me encanta el tema y ojalá de mucho más para charlar. :D